Etapa final del rescate de los 33 trabajadores atrapados desde el 5 de agosto:
Mineros podrían usar explosivos para abrir ducto por el que serán rescatados
Sólo se encamisarán 60 metros del pozo abierto por la T-130. Así, el rescate comenzaría entre la noche del lunes y el martes.
M. FERNÁNDEZ, S. NEIRA y R. ÁLVAREZ COPIAPÓ.- Sonrisas, nervios y ansiedad. Con ese ambiente se esperaba esta madrugada en el campamento Esperanza el avance de la perforadora Schramm T-130 hacia el taller de la mina San José, para terminar el ducto por el cual emergerán los 33 mineros atrapados desde el 5 de agosto. La máquina estuvo detenida a 40 metros de su objetivo por casi 13 horas, hasta que reanudó su labor a las 20:30 horas de ayer.
El avance será lento, explicó el ministro de Minería, Laurence Golborne, por la resistencia de la roca y por las precauciones que está tomando el equipo de rescate para evitar que el martillo "pase de largo". Eso podría atraparlo y complicar en demasía su retiro, de cara a la siguiente y última fase del rescate.
"Entre 10 y 15 horas", dijo Golborne, podría tardar la perforación en dar en el blanco. Según los técnicos, de no haber inconvenientes, a contar de las 3 de la madrugada de hoy era posible que se concretara el rompimiento en una pared del taller.
Pese a las dimensiones de la operación, los centímetros finales se romperán con delicadeza. Por ello, el perforista de la T-130 contará con una cámara operada por los propios atrapados para ver cómo el martillo aparece a través de la roca en el taller. En paralelo, oirá lo que le digan los mineros que verán la faena.
Como la perforación entrará por una pared lateral, de modo oblicuo, a una altura aproximada de 3 metros, existe la posibilidad de que su ángulo no permita que la cápsula Fénix "aterrice" fluidamente. De ser así, los propios mineros deberán hacer un "desquinche", un ensanchamiento del ducto, para lo que deberán usar explosivos.
Los mineros realizaron cuatro perforaciones de dos metros en la pared por la que llegará el Plan B, y ahí introducirían las cargas. "El desquinche tiene dos peligros", dice el jefe del rescate, André Sougarret: que una piedra o esquirla alcance a los mineros y un "efecto pistón", que afecte a los rescatistas, por la onda expansiva. Los mineros deberán alejarse a 400 metros del lugar.
En todo caso, es posible que el "desquinche" se produzca solo, por el efecto del martillo, y no haya necesidad de recurrir a los 20 cartuchos de explosivos que se enviarían por la "paloma".
Terminada esa operación, pasarán seis horas para retirar la perforadora. A continuación, una cámara revisará el ducto para definir el encamisamiento.
Encamisado más rápido
Lo que está claro es que en los primeros 30 metros la roca está trizada. Si no hubiera complicaciones en el tramo perforado esta madrugada, sólo se encamisarán 60 metros. Así, se podría ocupar la misma T-130 para entubar, sin necesidad de gastar horas en instalar una nueva grúa.
De optar por ese camino, no se ocuparán los tubos de 24 metros de largo que ya están en la mina. Por ello se encargaron a la mina Collahuasi tubos de 9 metros de largo, que llegaban anoche a la mina, compatibles con la T-130.
En ese caso, el rescate podría comenzar entre la noche del lunes y el martes.
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