Personal de imagen institucional, que más parecían guardianes de la soberbia, estos empujaron e impidieron entrevistas con el todavía burgomaestre huanca, mientras Arana Velarde intenta darse un baño de popularidad ante pocos asistentes de la ultima escena de personajes que el cargo les cayó como un regalo, no pudo devolver con creces la confianza depositada por el electorado Huanca para administrar la gestión municipal, una lección que no debemos olvidar.
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