Triduo
Pascual
Se llama así a los tres días principales de la
Semana Santa que recuerda la muerte, sepultura y resurrección de Jesús: Viernes
Santo, Sábado de Gloria y Domingo de Resurrección.
El jueves termina la Cuaresma que empezó el
Miércoles de ceniza. Es la introducción a los tres días más santos.
JUEVES
SANTO
En la Santa Misa del Jueves Santo se recuerda
la celebración de la Cena del Señor en la cual, Jesús, en la víspera de su
pasión, mientras cenaba con sus discípulos bendijo el pan y el vino y dijo:
"Hagan esto en memoria mía" (Lc 22,19).
Antes de ser entregado, Cristo se entrega como
alimento, "cuando comemos de ese pan y bebemos de esa copa, proclamamos la
muerte del Señor hasta que vuelva" (1 Cor 11, 26).
Jesús entrega su vida para la "remisión
de los pecados" (Mt 26,28).
La
celebración del Jueves Santo tiene lugar en la iglesia catedral, desde las 5 de
la tarde, con la asistencia de las principales autoridades de la región.
El
Señor nos da el mandamiento más grande del amor, se recuerda la institución de
la Eucaristía y del Sacerdocio.
El
arzobispo de la Arquidiócesis de Huancayo, monseñor Pedro Ricardo Barreto
Jimeno, lavará los pies de doce jóvenes del Centro Juvenil de Rehabilitación de
El Tambo, repitiendo el mismo gesto de Jesús que lavó los pies de sus apóstoles
dejando la lección del servicio y de la humildad.
Después
de la misa tiene lugar la procesión y adoración al Santísimo Sacramento. En la
iglesia catedral se dará una vuelta por la Plaza de la Constitución.
Los
fieles visitan siete monumentos eucarísticos hasta la medianoche, en memoria de
las siete instancias por las que pasó Jesús antes de ser condenado a muerte.
VIERNES
SANTO
El viernes santo meditaremos al mediodía sobre
las siete palabras de Jesucristo en la cruz, una de ellas, la primera, nos
habla de la reconciliación a pesar de nuestras debilidades, y la última que nos
invita a encomendarnos a Dios, al final de nuestros días.
La tarde del Viernes Santo presenta el drama
inmenso de la muerte de Cristo en el Calvario. La cruz erguida sobre el mundo
sigue en pie como signo de salvación y de esperanza.
Con la Pasión de Jesús según el Evangelio de
Juan contemplamos el misterio del Crucificado, con el corazón del discípulo
Amado, de la Madre, del soldado que le traspasó el costado.
San Juan, teólogo y cronista de la pasión nos
lleva a contemplar el misterio de la cruz de Cristo como una solemne liturgia.
Todo es digno, solemne, simbólico en su narración: cada palabra, cada gesto. La
densidad de su Evangelio se hace ahora más elocuente.
Los
actos litúrgicos en la iglesia catedral
empiezan al mediodía con la reflexión de las siete palabras de Jesús en la
cruz:
1. “Padre perdónalos porque no
saben lo que hacen”. Lc 23, 34
2. “En verdad te digo hoy estarás
conmigo en el paraíso”. Lc. 23, 43.
3. “Mujer, he ahí a tu hijo;
hijo, he ahí a tu madre”. Jn 19, 26-27.
4. “¿Dios mío, por qué me has
abandonado? Mc 15, 34.
5. “Tengo sed”. Jn 19.
6. “Todo está consumado”. Jn 19,
30.
7. “Padre, en tus manos
encomiendo mi espíritu”. Lc 23, 46.
Desde
las 3 de la tarde, en la iglesia catedral, tiene lugar la liturgia de la Pasión
de Jesús, adoración de la Cruz, Colecta para Tierra Santa en la que las
autoridades y los fieles depositan su óbolo para ayudar a las obras que realiza
la Iglesia en los lugares donde vivió Jesús.
A
partir de las 4 y media de la tarde se llevará a cabo la procesión del Santo
Sepulcro por las calles de la ciudad: Puno, Real, Piura, Real, Giráldez,
iglesia catedral.
Asisten
las autoridades de la región. Es una de las procesiones más sentidas de estos
días de dolor. Jesús ha muerto y permanece en el sepulcro.
SÁBADO
SANTO
"Durante el Sábado Santo la Iglesia
permanecerá junto al sepulcro del Señor, meditando su pasión y su muerte, su
descenso a los infiernos y esperando en oración y ayuno su resurrección (Circ
73).
La celebración del sábado por la noche, es una
Vigilia en honor del Señor, según una antiquísima tradición (Ex. 12, 42), de
manera que los fieles, siguiendo la exhortación del Evangelio (Lc. 12, 35 ss),
tengan encendidas las lámparas como los que aguardan a su Señor cuando vuelva,
para que, al llegar, los encuentre en vela y los haga sentar a su mesa.
A las
10 de la mañana hay celebración litúrgica para los enfermos y hermanos de la
tercera edad.
A las 6
de la tarde se lleva cabo la bendición del fuego nuevo en el atrio de la
iglesia catedral, luego la misa en la que se bendice el agua nueva y se anuncia
la resurrección del Señor. Es la noche más larga y hermosa en la que el mundo
espera la resurrección de Jesús.
DOMINGO
DE RESURRECCIÓN
El Domingo de Resurrección o Vigilia Pascual
es el día en que incluso la iglesia más pobre se reviste de sus mejores
ornamentos, es la cima del año litúrgico. Es el aniversario del triunfo de
Cristo. Es la feliz conclusión del drama de la Pasión y la alegría inmensa que
sigue al dolor. Y un dolor y gozo que se funden pues se refieren en la historia
al acontecimiento más importante de la humanidad: la redención y liberación del
pecado de la humanidad por el Hijo de Dios.
A las 4
de la madrugada, el arzobispo de la Arquidiócesis de Huancayo, monseñor Pedro
Ricardo Barreto Jimeno, celebra la misa
de Pascua de Resurrección del Señor en la iglesia catedral, La procesión de
“Pascualito” sale en medio de fuegos artificiales, globos echados al viento,
mariachis y bandas de músicos. El Señor ha resucitado y el pueblo se viste de
fiesta.
Los
priostes de Pascualito Huanca son los hermanos Jaime Sobrevilla y de la Virgen
de la Alegría son los hermanos Socualaya Lara.
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