Entrevista a Monseñor Pedro Barreto Gimeno
Caso Doe Run Perú: “No puede haber inclusión social si no
hay respeto a la vida y a la salud de las personas”
Desde Huancayo,
el coordinador de la Mesa de Diálogo Ambiental de Junín, Monseñor Pedro Barreto
concedió una entrevista a la Plataforma La Oroya por un cambio para hablar
sobre la posible ampliación del PAMA de Doe Run Perú.
Monseñor Barreto
es tajante al asegurar que el proyecto de ley presentado por el congresista
Casio Huaire es inconstitucional, porque es un proyecto de ley con nombre
propio: Doe Run Perú. “Es lamentable porque sería la segunda vez que el
Congreso aprobaría un proyecto de ley con nombre propio (…) Doe Run es una
empresa que presiona al Congreso por el lado de los trabajadores, y con ello se
deja de lado la urgente necesidad del cuidado de la vida y de la salud de la
población de La Oroya que, desde 1922 hasta mayo del 2009, ha sufrido de la
gravísima contaminación ambiental. De aprobarse esta iniciativa en el
Parlamento, espero que Ollanta Humala no lo promulgue, porque contradice su
propuesta de inclusión social. No puede haber inclusión social si no hay
respeto a la vida y a la salud de las personas”, sostiene.
¿Por qué el proyecto
de ley presentado por Huaire es inconstitucional?
Porque atenta
contra la vida y la salud de la población de La Oroya. Estoy ingratamente sorprendido por el desenlace que
ha tenido una situación que continúa igual desde hace ocho años. En noviembre
pasado, el Ministerio de Salud comprobó que existe una relación directa entre
la emisión de gases tóxicos de la chimenea de la fundición y la intoxicación de
la población con gases pesados como dióxido de azufre y con metales como plomo,
cadmio y arsénico. No estamos diciendo que nos negamos completamente a que Doe
Run reinicie sus operaciones, sin embargo, decimos sí a la fundición siempre y
cuando, de manera previa, se cumpla con el Programa de Adecuación Medio
Ambiental (PAMA) en este plazo de 30 meses que le concederá el Congreso. De lo
contrario volveremos a tener los altos índices de contaminación. La posición de
la Iglesia es muy clara: sí al reinicio pero con el cumplimiento previo del
PAMA.
La posición de la
empresa (Doe Run Perú) es levantar su
fuerza laboral (3,500 trabajadores) y económica en la zona, sin embargo no hay
ni una posición en cuanto a la salud de la población de La Oroya, que son
alrededor de 35 mil, y esa misma posición la tienen incluso los trabajadores,
hay una mirada solo desde el enfoque al derecho laboral y no de salud, que es
un derecho fundamental de la persona humana…
Estamos en un
país donde los trabajadores se ven obligados a trabajar sabiendo que son
afectados en su salud. Por esta
contradicción de intereses es que tenemos que mantenernos firmes. El gobierno y
la Constitución hablan que el fin supremo del Estado es la persona, y hay que
ayudarla a respetar sus propios derechos y a no someterlos por intereses económicos. (…) La pregunta de fondo a Doe Run Perú es:
¿Por qué no ha cumplido el PAMA en estos 30 meses? El plazo se vence este 31 de
marzo ¿por qué no ha cumplido con esta obligación ética y moral? Ahora
volveremos a tener los altos índices de dióxido de azufre y de plomo en el aire
de La Oroya.
¿Cómo explica Ud.
que parte de la población de La Oroya esté a favor del reinicio de las
operaciones de la fundición cuando esta afecta su salud?
La Oroya se crea
alrededor de la fundición polimetálica desde 1922, primero bajo el control
de la Cerro de Pasco Corporation y
después Centromin Perú. Estas empresas se convirtieron en el eje central de la
vida económica de la ciudad. Sin embargo, se ha mitificado que “La Oroya se
haya convertido en una ciudad fantasma” tras el cierre de la fundición. Es
cierto que ha bajado el movimiento económico de manera considerable pero La
Oroya sigue viviendo y merece un ambiente sano como el que se respira ahora.
Además, ninguna población debe depender exclusivamente de una industria minera
porque esta actividad tiene un techo. El proyecto Toromocho, por ejemplo,
tendrá una duración de 40 años, y luego
¿qué pasará? (…) Lamentablemente, la
historia de La Oroya es una historia de complicidades y de irresponsabilidades.
Tanto el Estado, como las empresas y la
sociedad que no han tenido un espíritu crítico de defender sus propios
derechos. No nos negamos a que hayan industrias extractivas pero con
responsabilidad. Sin embargo, cuando el Estado está en conveniencia con los
intereses económicos y cuando la población se suma a este tipo de aberración
contra la vida y la salud tenemos este resultado.
¿Cómo ve la
actuación del gobierno de Ollanta Humala sobre Doe Run Perú?
Espero que
Ollanta Humala no promulgue la ley porque contradice con su propuesta de
inclusión social. No puede haber inclusión social si no hay respeto a la vida y
a la salud de las personas. Esperamos que Ollanta Humala tome en cuenta su
propuesta porque es el único camino de pacificación. Esperamos, también, que el
Congreso asuma su responsabilidad de velar por la vida y la salud y la
población. Soy un convencido de que puede haber una minería responsable con la
participación del Estado y la sociedad civil.
Entrevista Juana
Gallegos/Plataforma La Oroya por un cambio
Plataforma La
Oroya por un Cambio
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