lunes, 3 de septiembre de 2012

Nuevo episodio de contaminación en La Oroya se verá mañana en la Comisión de Ambiente y Ecología del Congreso



Congresistas opinan sobre alerta de contaminación registrado en la ciudad de La Oroya tras haberse iniciado las actividades en el Complejo Metalúrgico.

Enterado sobre las últimas noticias de contaminación que se viven en La Oroya, desde que el 28 de julio pasado se reiniciaran las actividades en el Complejo Metalúrgico, el presidente de la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, Ambiente y Ecología del Congreso de la República, Víctor Grández, dijo que la denuncia será tema de debate en la comisión mañana martes, 4 de setiembre. “Vamos a investigar el asunto. El Estado como ente ejecutivo a través del Ministerio del Ambiente debe pronunciarse lo más rápido posible. Debemos fiscalizar qué está haciendo el Estado ante todos los impases de la contaminación”. Dijo además que al darle luz verde a Right Business para operar la fundición, el Estado debió estar vigilante para que no se produzca más contaminación en la ciudad de La Oroya.

Por su parte, el congresista Víctor Andrés García Belaúnde recordó que la salida del Grupo Renco significó una gran paso para terminar con la contaminación de la ciudad: “La gran ventaja es que Doe Run no está más en La Oroya”. Sin embargo, advirtió que “hay que tener cuidado de no hacer lo que hizo Ira Rennet. No se deberían reproducir los mismos errores. La solución sería vender la empresa lo más rápido posible. Rigth Business, al final de cuentas, no hará ningún tipo de inversión en el complejo metalúrgico porque son aves de paso”, subrayó. Sobre el rol fiscalizador del Estado, el congresista dijo que “el Estado está para resguardar el medio ambiente. Lamentablemente ha sido siempre el primero en no cumplir con sus compromisos. Esta vez lo tiene que hacer”. Dijo, además, que los miles de trabajadores del Complejo Metalúrgico se dieron cuenta que fueron engañados por la ex empresa operadora Doe Run Perú y que la contaminación en La Oroya era producto de la mala ética del dueño de Doe Run, Ira Rennert y su “manera mafiosa de manejar la empresa”.

El congresista Daniel Mora, quien ha seguido de cerca la problemática de La Oroya, subrayó que cuando las actividades de la fundición estuvieron paralizadas, los índices de contaminación en la ciudad de La Oroya fueron bajísimos. “Es una prueba de que la contaminación empieza cuando comienzan a funcionar las máquinas de la fundición.   Ante las nuevas denuncias, es el Estado el que debe acudir. Es cierto, los trabajadores necesitan el empleo pero debe exigirse el cumplimiento de los estándares ambientales internacionales para mantener la calidad del aire”. Opinó, además, que la estación que el Organismo de Evaluación y Fiscalización del Ambiente (OEFA) instalará en La Oroya para vigilar la calidad el aire debió instalarse antes de que la planta empiece a funcionar. “Es que tenemos un estado reactivo que no previó las consecuencias”, dijo el congresista.

“No somos un país de segunda categoría. Las leyes existen lo que debemos hacer es adecuar los estándares más exigentes para que se respete el medio ambiente”, agregó

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