Para el ex Alcalde de Huancayo, Pedro Morales Mansilla, Las autoridades
locales, por ser su competencia y estar más cercanas a la población, tienen el
deber y obligación de hacer respetar las
tradiciones religiosas del catolicismo, así como las actividades tradicionales
de la “Semana Santa”, preservando su característica de conmemoración de recogimiento
y reflexión. Así mismo, deben evitar que los turistas, que siempre serán
bienvenidos, agredan nuestras costumbres y hagan en nuestra ciudad lo que les
está prohibido y no pueden hacer en su lugar de origen, en donde la codicia y
el mercantilismo, no son prioridad de sus autoridades.
“Me preocupa el doble discurso con que pretenden engatusarnos. Lo cierto
es que la Resolución del INDECOPI, respecto a la “Ley Seca” en Huancayo, tiene efectos vinculantes; por tanto es relativa la amenaza de contar
con “fiscalizadores atentos”. La Municipalidad debió recurrir con oportunidad a
mecanismos legales como al Recurso de Amparo por ejemplo, para suspender sus
afectos y restablecer el imperio del gobierno local. En todo caso, veremos,
toda vez que Huancayo ya tiene fama de escenario de juergas con la
complacencia de sus autoridades”; señaló la ex autoridad.
“Son las autoridades locales, por ser su competencia y estar más
cercanas a la población, las que tienen el deber y obligación de hacer
respetar las tradiciones, en este caso
religiosas del catolicismo, así como las actividades de la “Semana Santa”,
preservando su característica de conmemoración de recogimiento y reflexión; así
como también, evitar que los turistas, que siempre serán bienvenidos, agredan
nuestras costumbres y hagan en nuestra ciudad lo que les está prohibido y no
pueden hacer en su lugar de origen, en donde la codicia y el mercantilismo, no
son prioridad de sus autoridades” indicó Pedro Morales.
Por otro lado dijo, que en estos días, aparte de juerga que se viene publicitando por todos lados, es
poco lo que tenemos que ofrecer a los turistas. Los parques, complejos
recreacionales, lugares
paisajísticos, servicios de
limpieza y básicos, transporte, y hasta los servicios higiénicos públicos que
instalamos en todos los parques y complejos deportivos y lugares estratégicos,
continúan en el caos y brindan pésima
calidad de los servicios; solo las
actividades de la Iglesia nos salvan de
la mediocridad”, sentenció.
“Ojalá me equivoque, pero he visitado varios servicios higiénicos
públicos, empezando por el de la Plaza de la Constitución y Plaza Huamanmarca,
y he constado el deplorable estado de su infraestructura e higiene. Ni eso pueden mantener como
corresponde a la buena imagen de la ciudad”, acotó.
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