jueves, 31 de mayo de 2012

Jaime Borda: Fuimos detenidos arbitrariamente y golpeados por la Policía


Ideeleradio.- Fuimos detenidos arbitrariamente, sin ninguna orden de detención, golpeados por agentes policiales y en un contexto en que no había sido declarado oficialmente el estado de emergencia, denunció Jaime Borda Pari, subdirector de la Vicaría de Solidaridad de la Prelatura de Sicuani.


Fue al comentar las detenciones a autoridades y dirigentes de Espinar, en el marco de las protestas contra la empresa minera Xstrata Tintaya, acusada por la población de causar daños ambientales en la zona.


“El día en que fuimos detenidos, el lunes 28 por la noche, lo que argumentaron [los agentes policiales] es que estábamos en un estado de emergencia. Eso fue entre las ocho y nueve de la noche cuando todavía no estaba declarado oficialmente el estado de emergencia. Tengo entendido que desde las 00:00 horas del día 29 entraba en vigencia esto. Desde ahí se equivocaron porque todavía no había sido declarado estado de emergencia en Espinar”, expresó en el programa No Hay Derecho de Ideeleradio.

El directivo relató, a renglón seguido, cómo se suscitó su detención y la del comunicador social Romualdo Tito Pinto, miembro de la Vicaria de Solidaridad de la Prelatura de Sicuani, así como la del vicepresidente del Frente Único de los Intereses de Espinar (Fudie), Sergio Huamaní, quienes apoyaron la liberación del fiscal Héctor Herrera Mendoza.

“Un equipo de la oficina de la Vicaría, es decir, mi persona, dos abogados y el conductor, nos dirigimos a Espinar. Cuando llegamos, aproximadamente a las 7 de la noche, nos señalaron que estaba detenido el fiscal en la plaza central. Fuimos y unos dirigentes piden que la Vicaría constate que se estaba entregando al fiscal. Nosotros ayudamos a liberar al fiscal y después a él se le encomendó verificar la situación de los detenidos. Nosotros lo acompañamos y pusimos nuestra camioneta a su disposición. En todo caso, ya éramos seis personas”, puntualizó.

“Posteriormente, constituimos una coordinación con el fiscal y unos comandantes al interior de la mina [Tintaya Marquiri], en ese sentido se permitió el ingreso del fiscal y dos abogados de la Vicaría. Nosotros nos quedamos esperando en la garita y es cuando dos camionetas aparecen, nos enmarrocan y apuntan con armas a los tres que estábamos en la camioneta. Mi persona, el compañero Romualdo Tito y el dirigente Sergio Huamaní. A los tres nos golpean, nos detienen de manera violenta, arbitraria sin decirnos absolutamente nada y nos meten a dentro al campamento [Tintaya Marquiri]”, señaló.

Todo es falso, no hemos tenido ningún tipo de armamento
Aseguró que los agentes policiales arremetieron más contra el dirigente Sergio Huamaní, pues identificaron que este era vicepresidente del Frente Único de los Intereses de Espinar (Fudie). Reveló que se negaron a firmar unos documentos en el que la Policía los incriminaba como responsables de las protestas en la provincia.

“Nos metieron adentro [al campamento Tintaya Marquiri] sin decirnos absolutamente nada. Se señalaba que ya era estado de emergencia. Ahí hemos estado detenidos hasta el martes en la noche, que es cuando nos trasladan a Cusco de manera arbitraria. Tampoco se nos informa nada. Nosotros en ningún momento fuimos a azuzar a la población ni hemos llevado ningún tipo de armamento, absolutamente nada. Todo es falso” manifestó.

“Cuando nos sacan de la camioneta de forma violenta, con golpes, la camioneta de la Vicaría se queda con las puertas abiertas y a nosotros nos llevan adentro. Después de tres horas aproximadamente se le dice al compañero Romualdo Tito, que corresponde realizar la diligencia para incautar la camioneta y oh sorpresa aparecen cosas. Lo que se ha registrado y que quede claro son 10 balas y dos [botellas] spray, eso fue lo que se encontró. Nosotros en ningún momento hemos llevado eso y, obviamente, ha sido sembrado durante el tiempo que no hemos estado en la camioneta. Nosotros suponemos que al momento de detenernos han aprovechado para meter todas esas cosas”, detalló.

Igualmente, Borda Pari declaró que los agentes policiales los responsabilizaban además del secuestro del fiscal Héctor Herrera Mendoza y de incendiar un vehículo oficial del Ministerio Público, entre otros delitos más por el cual ahora serán procesados judicialmente.


Detenciones arbitrarias hacen rememorar violencia política
En otro momento, opinó que las detenciones arbitrarias a dirigentes y autoridades de Espinar, como es el caso del alcalde provincial Óscar Mollohuanca Cruz, hacen rememorar en la población los abusos que se cometieron durante la violencia política en el país, en los años ochenta.

“A nosotros esto [las detenciones arbitrarias] nos recuerda mucho la violencia política, en el conflicto armado interno se veía este tipo de intervenciones. Es increíble lo que está pasando en Espinar porque prácticamente la zona ha sido militarizada al ser declarada estado de emergencia. Ayer lo que ha pasado con la detención del alcalde ha sido una situación increíble estando en una reunión en el municipio, no han respetado nada”, añadió.

“Lo han sacado a la mala y luego lo han trasladado a Cusco en helicóptero como si fuera un terrorista, un delincuente, en fin. A nosotros nos recuerda mucho la época de la violencia política porque así se actuaba cuando se declaraba los estados de emergencia”, recordó.

Xstrata siempre ha tenido a la Policía a su favor
Finalmente, comentó que en la empresa Xstrata Tintaya, específicamente en el campamento minero Tintaya Marquiri, siempre funcionó un puesto policial, que se reforzaba con más personal de la policía cada vez que surgía un nuevo conflicto en la provincia de Espinar.

“Cada vez que hay un tipo de conflicto o movilización en Espinar siempre llegan agentes policiales y se instalan en el interior del campamento minero. Siempre ha sido así y eso es lo que hemos ido reclamando, inclusive esta especie de militarización en la zona. Los agentes policiales han estado a la orden de la empresa minera, es un mensaje clarísimo que ha quedado y evidenciado en este conflicto. Efectivamente, hay una pequeña comisaría dentro del campamento minero y ahí hemos estado detenidos”, contó.

“[¿Quién le paga a los policías? ¿La empresa?] Lo que se dice y no tenemos información precisa o documentada –creo que hay que solicitarlo ahora– es que mucho de los policías que están dentro de la empresa minera son pagados por la empresa minera. En este caso, los más de mil agentes que han estado adentro han sido sostenidos en su actividad diaria por la empresa minera. La gente que está allá [en Espinar] va a decir que los agentes son sostenidos por la empresa minera. Es una información evidente, pero no tenemos documentación que acredite eso”, concluyó.

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