Hace distinción entre comida preparada de manera industrial y alimentos hechos en casa o restaurantes15:30
 Aspec considera pertinente eventual aplicación de impuesto a comida chatarra
La Asociación Peruana de Consumidores y Usuarios (Aspec) consideró hoy
pertinente una eventual aplicación de impuestos a la comida chatarra y
destacó que el gran mérito de esa propuesta es haber puesto en el debate
público el largamente postergado tema de la calidad de la alimentación
en el Perú.
“Ya es tiempo que nuestro país cuente con una legislación clara y decidida de protección a los menores y la población general en un aspecto tan sustancial como es la alimentación”, sostuvo Aspec en un comunicado.
En el documento, la organización señala que es
imprescindible generar un diálogo ciudadano amplio y transparente sobre
un tema tan importante como la salud de los niños del Perú.
Indicó que la niñez peruana viene siendo afectada por el alto índice de obesidad (22%) y, si no se toman medidas, cuando sean adultos sufrirán enfermedades graves que se convertirán en un problema de salud pública.
En ese sentido, Aspec manifiesta que es necesario
diseñar e implementar políticas públicas destinadas a propiciar cambios
en la forma en que son alimentados los niños y adolescentes del país.
“No hay otra línea de acción, esta tendencia tarde o
temprano se tendrá que instaurar en todos los países que tengan como
prioridad la salud de las personas”, afirma.
Sostiene que el consumo de comida chatarra debe ser
gravado de la misma forma en que se grava con impuestos las sustancias
nocivas para la salud, como el tabaco y alcohol.
“Ha llegado el momento de discutir qué hacer con la
comida chatarra que ya muestra sus efectos por la epidemia de obesidad,
hipertensión, diabetes, resistencia a la insulina, infartos cerebro
vasculares, principalmente que reportan diversos estudios”, indica.
Manifiesta que muchos países han tomado medidas
impositivas con buenos resultados, por ejemplo normando horarios de
publicidad de esta “comida chatarra” o industrializada;
o prohibiendo sustancias químicas como colorantes artificiales y grasas
trans, regalos que vienen junto con los alimentos, etc.
“Todo esto dentro una política de protección al
ciudadano, a los niños, a la juventud, redundando en una mejora de la
salud pública y un menor gasto público”, indica.
Aspec precisa, sin embargo, que es necesario marcar
claramente la diferencia entre la comida chatarra, que se fabrica de
manera industrial, en serie y es embolsada o embotellada, como los
snacks, golosinas, bebidas gaseosas, etc.
Estas comidas tienen un alto contenido de azúcar, grasas saturadas, grasa trans, y/o sal, a diferencia de la comida nacional preparada en casa o en los restaurantes, como el pollo a la brasa o el chicharrón.
“La propuesta tributaria no alcanza a este segundo
tipo de comida. Por eso la confusión que se pretende generar en los
consumidores viene, o bien de una comprensible desinformación, o, por el
contrario, tiene móviles estrictamente empresariales. Por eso hay que
estar alertas”, advierte finalmente Aspec.
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