¿Cuáles deben ser las prioridades del país en cuanto a contaminación del ambiente?
Aunque no lo crean, estoy a favor de medidas de preservación del medioambiente. No obstante, pienso que los esfuerzos que planteamos deben apuntar al buen objetivo. Querer sensibilizar la población, en particular en Perú, mediante el alarmismo climático es un enfoque erróneo ya que el tema, no tan obvio, podría cambiar radicalmente con el tiempo (ya ocurrió con el “global cooling”) haciendo que el eventual compromiso logrado se vaya derritiendo más rápidamente que el hielo ártico una vez que la población se entere de la e-co-stafa!
¿Se han preguntado qué lugar ocupa el Perú en el ranking de países emisores de CO2? Bueno, ocupamos el puesto 67, lejos, detrás, de China o EEUU. ¿Piensan que es un azar si en 1992 estábamos al puesto 73? (¿Recuerdan la situación económica de esa época?) Pero estas cifras no dicen nada ya que, de por sí, un país es penalizado solo por el hecho de ser muy poblado… Veamos el ranking en emisión per cápita: ¡vaya, como cambia el tema! Perú pasa al puesto 108 (página 3, sí, sí!) y China ni siquiera está en el top 10. ¿Empiezan a entender por qué China se comprometió a no hacer nada hasta el 2030?
Admitiendo, por un momento, que el CO2 sea responsable de problema ambiental global, siendo serios, ¿les parecen oportunos los chirridos actuales del ministerio del ambiente alrededor del “cambio climático”? Se molestarán algunos, pero sigo considerando que los retos en Perú, ya que queda bastante por hacer, deben ser, con absoluta prioridad, el tratamiento de las aguas servidas y la gestión de residuos sólidos(basura). Y si queremos hablar de contaminación del aire, por favor hablemos de temas contundentes como las emisiones de PM10, PM2.5 o de azufre, ¡verdaderos contaminantes!
Más grave aún, ¡al equivocarse de problema el riesgo de encontrar soluciones erróneas es grande! De manera anecdótica ¿qué pensar de la promoción y hasta distribución de millones de focos “ahorradores”? Estos desechos peligrosos (debido a su contenido entre otros de mercurio) requieren una red especializada de reciclaje que, hasta donde he investigado, no existe en Perú. O sea, bajo el pretexto de limitar emisiones de CO2 se tomó una medida que generará a largo plazo un problema de contaminación por mercurio. ¿Escucharon a los ecologistas quejarse? Yo no. Parece que ¡las sandías tienen razones que la razón ignora!
Más grave, recordamos el caso de Europa, que promovió mediante el fraude climático los agro-carburantes (tener 20% de dichos combustibles al horizonte 2020), lo que provocó problemas alimenticios (presión sobre los precios de los alimentos, acaparamiento de tierras) y de desforestación. Felizmente –si se puede decir– esa meta ya fue reducida al 6%… ¡6% demás de lo razonable!
Siguiendo en el tema, ¿qué pensar de las posiciones ideológicas de promoción de energía renovable no convencional, es decir básicamente eólica y solar; o peor, como lo indicó el presidente: “la idea es descarbonizar el sistema energético mundial”?
En un país que, a pesar de tener grandes reservas de gas, no cuenta todavía con provisionamiento de energía para toda su población, hablar de descarbonización es horripilante!
Además, si se quiere promover las energías eólica y solar, habría que ser transparente sobre sus costos y producción reales. También habría que ver cuáles serán las repercusiones de la intermitencia de su producción (¿qué pasará durante las noches (¡chau solar!) sin viento (¡chau eólico!), precisamente cuando necesitamos luz?) sobre nuestra red de alimentación y bajo qué modalidad se asegurará una producción alternativa (o sea requerimiento de doble capacidad productiva).
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