Una de las actividades mejor desarrolladas en estas zonas de altura es la crianza de trucha, que aunque parezca extraño, se ha adaptado muy bien al clima.
Lamentablemente la mayoría de peruanos tienen mentalizado que La Oroya es un lugar contaminado y desolado, pero la realidad es distinta, se han realizado diversos cambios, mediante un compromiso de la misma empresa Doe Run Perú y de las propias comunidades de cambiar esa imagen, ya que se vienen desarrollando diversas actividades comerciales y turísticas que muchos desconocen.
“Nosotros estamos enfocados a dar un nuevo giro a la imagen que tienen los demás de la Oroya, aquí contamos con importantes restos arqueológicos preincas como las ruinas de Choclacancha ubicadas en la Oroya Antigua, y vestigios de fósiles de moluscos e insectos, donde los turistas pueden visitar tranquilamente, acompañado de un guía de la zona”, manifestó Arturo Alfaro Medina, presidente de la ONG Vida.
Según el ambientalista se está gestionando la instalación de hospedajes en las diversas comunidades, como es el caso de Huari, que cuenta con casas y un cabildo que datan de la época colonial, así como la Iglesia Matriz de San Antonio, que fue construida en el siglo XVII, y que se viene desarrollando actividades para promover visitas guiadas que comuniquen con otras rutas turísticas.
“Asimismo estamos coordinando con la conformación de circuitos turísticos como lugares para realizar escaladas, caminatas, excursiones e incluso se está viendo la forma de promover el paseo en bote por el Río Mantaro, deportes de aventura que se practican en otras zonas del país, pero aquí se pueden desarrollan en mayor amplitud”, indicó.
El boom de la crianza de la trucha
Una de las actividades mejor desarrolladas en estas zonas de altura es la crianza de trucha, que aunque parezca extraño, se ha adaptado muy bien al clima y han alcanzado una alta cantidad de producción, tanto para comercio interno como de fuera.
“Nosotros contamos en la actualidad con 20 mil alevinos o crías de truchas, que están en proceso de crecimiento. En nuestra piscigranja El Manantial, de la comunidad de Huari hemos logrado conseguir ocho toneladas de truchas por campaña, que van de ocho a once meses. Para ello contamos con una sala de incubación, poza de alevinaje, donde son cuidados los peces de dos a ocho c.m. Luego pasan a la poza de los juveniles de 10 a 16 cm. Y finalmente son trasladados a la poza de engorde para etapa comercial, que van de un tamaño de 17 a 24 cm. “, manifestó Saturnino Casas, administrador.
“El objetivo es poder llegar a cosechar 24 toneladas en un año, debido que la infraestructura tiene la capacidad para 50, y es por ello importante la ayuda de la Doe Run Perú, que nos permite un mejoramiento de nuestro producto, , que no solo se vende a nivel de la zona, sino a empresas “, indicó.
“Por su parte Fabián Zacarías, asistente de la Red Comunitaria de la Doe Run Perú explicó que mediante un convenio firmado entre la empresa y Sierra Exportadora, se viene efectuando un adecuado asesoramiento y manejo comercial de la trucha, así como una óptima alimentación y medicamentos, que permitan mejores especies”.
“Actualmente existen más de 70 criaderos individuales en las comunidades de Colpa, Huayhuay, Suitucancha, que consisten en pozas pequeñas que pueden extraer de 5 a 10 toneladas anuales de truchas. Esta actividad está logrando una mayor participación de la comunidad que le generan ingresos, ya que la agricultura y ganadería , por ahora es para consumo de la población, hasta lograr una mayor capacidad de producción,. Que se estima sería para el próximo año”, agregó.
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