Ayer culminó el foro Los Candidatos Presidenciales ante la Corrupción, organizado por Proética y al que fueron invitados los 18 aspirantes al máximo cargo político del país. Ayer debían presentarse nueve de ellos, pero César Acuña no acudió a la cita.
El primero en exponer ayer fue Renzo Reggiardo, candidato presidencial de Perú Patria Segura. El siguiente fue Yehude Simon, líder del Partido Humanista. También estuvieron Daniel Urresti (Partido Nacionalista), Francisco Diez Canseco (Perú Nación) y Ántero Flores-Aráoz (Orden).
Además, participaron hoy Miguel Hilario (Progresando Perú), Hernando Guerra García (Solidaridad Nacional), Fernando Olivera (Progreso y Obras) y Julio Guzmán (Todos Por el Perú).
A continuación, repasa lo que dijeron los candidatos presidenciales sobre el problema de la corrupción en el Perú:
CANDIDATOS EXPONEN PROPUESTAS CONTRA LA CORRUPCIÓNActualizado el 26 de Enero a las 18:41:31
Tras las preguntas del panel, culminó el foro Los Candidatos Presidenciales ante la Corrupción. Julio Guzmán, candidato de Todos por el Perú, se despidió en medio de arengas de un grupo de personas del público.
Guzmán tuvo la siguiente respuesta al ser consultado por el panel sobre cuál sería su rol de no ser elegido presidente: “El 2021 no vamos a postular, porque no hay reelección”.
“Yo soy peruano y paro a los corruptos”, señaló finalmente Julio Guzmán para luego dar paso a preguntas del panel.
“Ningún gobierno que en el pasado no haya luchado contra la corrupción no lo hará ahora. Ninguno, porque sería un suicido, y no van a cometer suicidio”, refirió Julio Guzmán.
“No es cierto que el presidente de la República no pueda liderar la lucha contra la corrupción”, señaló Julio Guzmán.
Guzmán también propuso cambios normativos en el Ministerio Público, por ejemplo la independencia de los fiscales, darles autonomía para que no sean manipulados.
El candidato de Todos por el Perú planteó modernizar y fortalecer a todas las entidades del estado que luchan contra la corrupción, empezando por la Policía Nacional del Perú.
Guzmán planteó crear un sistema de recompensas en donde todos los peruanos que denuncien casos de corrupción tendrán incentivos, siempre y cuando tengan evidencia.
Julio Guzmán es el último candidato presidencial en exponer en el foro de Proética. “Los corruptos son traidores a la patria y deberíamos tratarlos como tal”, señaló.
“Vamos a nombrar por ley una oficina nacional de adquisiciones donde se trabajará con transparencia”, indica el candidato presidencial del Frente Esperanza.
Fernando Olivera acusa que “los lobbies del Poder Judicial” y varios congresistas no permitieron que sus iniciativas en materia de justicia sean tomadas en cuenta cuando estuvo al mando de dicho sector.
El ex titular de Justicia ofrece una reorganización en la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS) ya que, según sostiene, dicho ente permite la usura y el abuso.
Fernando Olivera pide que para casos de corrupción sí haya prisión por deudas.
El líder del Frente Esperanza pide que no exista la inmunidad presidencial ni parlamentaria.
Olivera señala que mediante referéndum se propondrá que un tribunal de honor designe a nuevos integrantes de la Corte Suprema. “Todos los magistrados supremos, por mandato de la ley que plantearé al Congreso, serán mandados a su casa. No vale un reforma a medias”, apunta.
Fernando Olivera sostiene que de llegar a la presidencia planteará un referéndum en el cual propondrá varias reformas constitucionales.
El ex ministro de Justicia afirma que en 1993, en torno a la Constitución que se gestó ese año, planteó la imprescriptibilidad para delitos de corrupción, pero que el gobierno de turno no permitió que dicha norma sea incluida.
Fernando Olivera, candidato presidencial del Frente Esperanza, inicia su intervención refiriéndose a sus adversarios con miras a las elecciones de abril. “En el Perú tenemos a un presidente preso por corrupto y asesino, que pretende volver al poder a través de su títere candidata”, afirma.
El candidato presidencial de Solidaridad Nacional apunta que para dar batalla a la corrupción es necesario revisar las normas y simplificarlas. “Constituyen hoy una carga pesada, burocrática, un caldo de cultivo”, añade.
Guerra García sostiene que una reforma de los procesos del Ejecutivo puede tardar entre uno y dos años. “No más”, agrega.
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