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El 4 también a la Mamita de Orcotuna
Este sábado sábado 3 se realizará la peregrinación al
santuario de la Virgen de Cocharcas de Sapallanga.
La partida está fijada para las 07.00 horas del atrio de la
iglesia catedral, presidida por el arzobispo Pedro Ricardo Barreto Jimeno,
quien estará acompañado de sacerdotes para las confesiones.
Con el lema que dice: “Ama a mi madre que yo te amaré más”, durante el trayecto se rezará el
santo rosario.
Al promediar las 11.00 horas se celebrará la misa en el
templo mariano, desde donde se impartirá la bendición a los fieles.
El padre Miguel Mayhua Taco, párroco de San Pedro de
Sapallanga, informó que la novena se realiza desde el 30 de agosto, a partir de
las 6 de la tarde.
Las misas de fiesta en los días centrales, 8 y 9, serán al
mediodía para luego salir en procesión por las calles del pueblo.
PEREGRINACIÓN TAMBIÉN A ORCOTUNA
El domingo 4 también se llevará a cabo la peregrinación a la
Virgen de Cocharcas de Orcotuna.
Los fieles de San Jerónimo, Aco, Mito, Sicaya, Chupaca, Concepción
y Huancayo se concentrarán desde las 08.00 horas en la entrada al pueblo para iniciar
la procesión al santuario donde apareció la Virgen, en medio de alfombras de
flores.
El padre párroco, Carlos Salcedo Ojeda, presidirá esta
manifestación de fe a la que invita al pueblo del valle del Mantaro.
INVITACIÓN A LA ORACIÓN
El arzobispo metropolitano de Huancayo, monseñor Pedro
Ricardo Barreto Jimeno, hace un llamado a la participación y a la oración en
esta peregrinación, especialmente por la familia y los jóvenes, también por los
pobres y lo desposeídos en este Año del Compromiso Social.
Dijo que debemos dejar de lado los egoísmos, odios y
enfrentamientos para llegar por María a Nuestro Señor Jesucristo.
Invocó guardar el orden y la compostura.
PEREGRINAR ES IR AL ENCUENTRO DE MARÍA
Precisamente, monseñor Barreto manifestó que peregrinar es
ir al encuentro de María. Con cuánta ilusión la gente se prepara para caminar y
durante el trayecto orar, cantar y reflexionar sobre nuestras vidas. Es al
alegría de llegar y abrazar al ser más querido, confiarle nuestros problemas,
anhelos y esperanzas; un milagro, el milagro de la vida y la salud, del trabajo
y de una vida digna.
Peregrinar es piedad, pero también perdón por las fallas,
deficiencias, limitaciones y pecados de una persona. Al final, uno se siente
aliviado, contento, feliz, alegre de haber encontrado la paz y la felicidad en
María y Cristo.
Peregrinar no es correr, adelantarse, llegar primeros; tampoco
diversión, comida y bebida. Es mucho más…
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