miércoles, 16 de julio de 2014

La masacre de Gaza Por Diario UNO el julio 14, 2014


 


EL BOMBARDEO ISRAELÍ
Partida en dos territorios discontinuos, Palestina sufre en los últimos días una brutal ofensiva de las tropas sionistas de Benjamín Netanyahu, una embestida que busca petardear el gobierno de unidad, bajo el pretexto de castigar a los responsables de las muertes de tres adolescentes israelíes, de los que, paradójicamente, se desconoce la autoría.
La bestial ofensiva israelí que ya cobró la vida de más de un centenar de civiles, la mayoría de ellos mujeres y niños indefensos, amenaza con convertirse en un nuevo holocausto con el beneplácito de la mayor potencia del mundo, que demuestra una vez más el tipo de democracia que practica con sus amigos y sus enemigos.
Mientras se acumulan los muertos en la Franja de Gaza, el embajador estadounidense en Israel, Dan Shapiro, confirmó el apoyo de Washington al genocidio y dijo que ese apoyo incluye a la inminente ofensiva terrestre. “Apoyaremos a Israel incluso en el caso de que decida enviar tropas terrestres a Gaza”, precisó.
PRETEXTO
El pretexto que exhiben los sionistas y sus amigos es la venganza por la muerte de tres adolescentes israelíes, pero nada de eso está probado. Israel acusó a Hamas de los asesinatos luego que la agrupación islamista acordara la formación de un gobierno de unidad con Al Fatah, el grupo del presidente Mahmud Abbas o también llamado Abu Mazen.
Netanyahu culpó directamente a Hamás sin presentar pruebas y a pesar que el grupo negó toda participación en el hecho. En verdad, el crimen fue reivindicado por otras organizaciones yihadistas, pero eso no cambió la decisión israelí de castigar a Hamas.
La muerte de los tres jóvenes despierta sospechas. El periodista Uri Avnery, ex miembro de la organización terrorista Irgún y ex oficial de operaciones especiales del ejército israelí, ahora activista por la paz y contra la ocupación, opina que el primer ministro Netanyahu aprovechó la coyuntura para culpar a Hamás y desencadenar una operación en Cisjordania.
Otras fuentes denunciaron que Israel sabía que los jóvenes colonos estaban muertos y dónde estaban sus cuerpos pocas horas después del secuestro, pero lo ocultó a sus familias para desatar una violenta ofensiva en Cisjordania, con el único objetivo de destruir a Hamas. El saldo de la ofensiva fueron una veintena de personas muertas, varias decenas heridas, centenares detenidas, miles de hogares allanados, saqueados y destruidos.
En respuesta a la agresión, Hamas decidió lanzar misiles contra objetivos israelíes, que no han causado víctimas mortales hasta el momento. En cambio, en el otro lado, los muertos superan el centenar y se teme que la cifra se triplique si se produce la invasión de Gaza.

IRA
Si hay algo que mantiene viva la ira en los territorios de Palestina, en Cisjordania y la franja de Gaza, es la ocupación de sus territorios, la instalación de asentamientos judíos y la masacre de su población. Negado su derecho a convertirse en estado por las presiones de los sionistas israelíes, ahora se busca ahogarla económicamente.
Separados por muros que recuerdan las cárceles de Auswitch, los palestinos viven separados de sus vecinos y de sus familias, a los niños se les impide su derecho a jugar en la calle. “Las señoras palestinas tienen que caminar kilómetros para poder cruzar hacia el otro lado, sometidas al arbitrio de jóvenes militares racistas de Israel, que controlan los pasos”, explica el analista Emir Sader.
Jóvenes sionistas salen por las noches, protegidos por fuerzas militares, para destruir los bienes, incluidos los míticos olivares, aquellos bajo los cuales descansaba Jesús tras sus predicamentos, y que tardan en crecer un siglo. Son los sionistas los que tiran basura en las calles y obligan a crear redes de protección a los pobladores para defenderse.
Es en ese territorio en el que se ha puesto en práctica la Operación Escudo Protector, desde el lunes 7 de julio para acabar con las protestas. Satisfecho por la muerte de mujeres y niños, el ministro de Defensa Moshe Ya’alon declaró eufórico: “Estamos matando a terroristas de diferentes categorías y la operación persistirá y se intensificará. Por nuestra parte, no tiene que ser una batalla corta. Desde nuestro punto de vista, no es una campaña que vaya a terminar inmediatamente y debemos seguir manteniendo la resistencia y la paciencia”.
Pero la resistencia palestina tiene objetivos claros, se trata de la supervivencia de un pueblo que reclama el retiro de los territorios ocupados en la guerra de 1967, el cumplimiento de todas las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU en defensa de los derechos palestinos. En todo caso, la lucha armada es un derecho consagrado por la ley internacional.
HAMAS
En medio de las escaramuzas, el grupo Hamas puso cuatro condiciones para acceder a un alto el fuego: “Israel debe poner fin a toda acción en Jerusalén y Cisjordania, poner fin a los bombardeos y al asedio a Gaza, liberar a todos los presos (liberados) a los que ha vuelto a detener en la operación emprendida el 12 de junio tras la desaparición de tres colonos israelíes y debe dejar de entrometerse en el gobierno de unidad palestino”.
Son reclamos validos para todo el que conozca el accionar del ejército israelí, cuyas tropas tienen un historial que ocultan sus voceros oficiales y oficiosos. Desde el 2000 hasta abril de este año tienen el triste privilegio de haber segado la vida de de 1520 niños palestinos. En junio de 2013 el Comité para los Derechos de los Niños de la ONU denunció que los niños son sistemáticamente heridos, torturados y usados como escudos humanos por Israel. Meses antes la UNICEF había informado que cada año alrededor de 700 jóvenes palestinos entre 12 y 17 años, en su mayoría niños, son detenidos por fuerzas israelíes y sometidos a maltrato “sistemático”.
Para entender la dimensión de los bombardeos se debe conocer que, en Gaza, objetivo fundamental del ataque, viven 1.7 millones de palestinos en 360 kilómetros cuadrados, de los cuales 1.2 millones fueron expulsados de sus tierras en lo que ahora es el sur de Israel. Bloqueada por el enemigo, padece un 38.5 de desempleo y un 13.8 por ciento de niños en desnutrición aguda.
Sin importar las consecuencias de su accionar criminal, que el viernes ya registraba más de cien víctimas mortales en las primeras horas, el Ejército israelí desplazó tres brigadas de infantería a la frontera de la franja de Gaza, a las que sumaría otras dos. En total, 33 mil reservistas fueron movilizados para atacar a una desarmada población. Un nuevo genocidio está en marcha y el mundo observa la pesadilla cruzado de brazos.
HIERRO
Ninguno de los misiles lanzados desde Gaza provocó víctimas mortales, la mayoría de ellas fueron interceptadas por el sistema antimisiles “domo de hierro”, financiado por Washington, que entrega a Israel tres mil millones de dólares anuales en ayuda militar.
DESARMADOS
Los palestinos están desarmados ante Israel, sexto exportador mundial de armas con uno de los ejércitos más modernos del mundo y un considerable arsenal nuclear. Hoy, una vez más, se redita el duelo de David contra Goliat.
HOSPITALES
El portavoz del ministerio de sanidad de Gaza, Ashraf al-Qudra, dijo que los hospitales se estaban enfrentando a las condiciones más difíciles que han visto desde la anterior guerra, pues ya no cuentan con medicinas y suministros sanitarios.
Efraín Rúa
Editor de Mundo

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