PRONUNCIAMIENTO
TIERRA Y LIBERTAD DEFIENDE Y AFIRMA EL
RESPETO DE LA INSTITUCIONALIDAD DEMOCRÁTICA
En relación a la
destitución del presidente paraguayo Fernando Lugo en una condenable maniobra
política de los partidos Colorado y Liberal en el Congreso, Tierra y Libertad
considera que:
1.
La voluntad popular expresada en los sufragios
electorales debe ser respetada, y los presidentes deben cumplir el periodo
electoral para el que fueron elegidos, con la sola excepción de aquellos que
violan la Constitución buscando establecer dictaduras y de quienes hayan
cometido actos de corrupción y otros delictivos, bajo procedimientos que la
mayoría de cartas constitucionales prevén. Este no ha sido el caso del
Presidente Fernando Lugo que fue elegido democráticamente.
2.
La grave responsabilidad política del gobierno de
Lugo en los sucesos que enfrentaron a indígenas y policías causando la muerte
de varios de ellos, debió alcanzar a la destitución de los ministros
correspondientes y, de ser esa la voluntad del pueblo paraguayo, a
un juicio presidencial respetando debido el proceso, pero de ninguna manera a
su arbitraria destitución en menos de 24 horas, lo que configura un golpe de
estado.
3.
América Latina está transitando a regímenes
democráticos que, aun con todas sus debilidades, deben ser defendidos y
afianzados. Dictaduras asesinas y corruptas como la de Alfredo Stroessner que
durante 30 años en Paraguay fue apoyada por el partido Colorado y consentida
por el partido Liberal. nunca más deben ser permitidas, como así no lo
permitimos en su momento en el Perú al derrotar a la dictadura
fujimontesinista.
4.
Los partidos democráticos de izquierda o las
coaliciones políticas más amplias como las que llevaron a Fernando Lugo al
primer cargo de la república del Paraguay, no deben traicionar el mandato
electoral de la mayoría ciudadana. Pero si la ultra derecha económica y
política continental quiere desestabilizar y dar temor a los regímenes electos
que buscan, aunque fueren tímidos, cambios en favor de la justicia social, la
profundización y ampliación de la democracia y los derechos ambientales, todos
los demócratas debemos cerrar filas para defenderlos.
5.
El gobierno peruano no debiera tener duda alguna de
liderar el conjunto de países de América Latina en condenar a los golpistas
paraguayos, rechazar su participación en las organizaciones y comunidades de
estados de la región y respaldar la movilización ciudadana paraguaya que quiera
restablecer la institucionalidad democrática en ese hermano país.
6.
Alertamos en el caso peruano que los graves errores
de nuestro actual gobierno al aplicar políticas distintas a las propuestas
durante la campaña electoral, no abrir las puertas al diálogo y desarrollar
acciones violatorias de los derechos humanos, promueven la desacreditación y
deslegitimación de nuestra democracia. El gobierno de Ollanta Humala debe ganar
en legitimidad y autoridad sintonizando con quienes lo eligieron y no basándose
en una alianza precaria con aliados de una derecha mercantilista y
antidemocrática que no dudará en desestabilizar su gobierno cuando sienta que
sus intereses y sus privilegios sean mínimamente cuestionados.
7.
Vemos con preocupación que sectores antidemocráticos
puedan intentar desestabilizar el mandato de 5 años para los cuales ha sido
elegido el actual gobernante. Las discrepancias, aunque profundas, tienen que
hacerse aceptando un mínimo de reglas democráticas que nos permitan vivir en
paz y respeto de los derechos ciudadanos fundamentales.
Por lo expuesto, llamamos a defender la democracia
como el mejor sistema político que debe ser profundizado y mejorado, tanto en
el continente como en nuestro país.
Marco Arana
Marisa Glave
Wilbert RozaS
Coordinadores Nacionales
Tierra y Libertad
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