La
victoria de Gana Perú y Ollanta Humala en la primera vuelta electoral
ha desatado una desenfrenada campaña buscando impedir su victoria
definitiva este 5 de junio. La campaña busca generar miedo entre la
población y opera en diversos frentes.
En
el frente mediático –los diarios, radios y canales de TV enrolados en
la campaña– se valen de toda clase de infundios y mentiras. Son los
poderes fácticos y sus padrinos, que los sostienen con avisaje.
Deforman el programa de gobierno, inventan medidas inexistentes, hacen
correr rumores sobre amenazas a los ahorros, fondos de pensiones o
propiedades de la población.
Buscan presentar contradicciones al interior de Gana Perú, mostrarlo como una agrupación incongruente, con doble mensaje.
Quieren
desprestigiar cualquier esfuerzo de constituir una mayoría social y
política, un bloque más amplio y que permita un gobierno consistente
para manejar el país y conducirlo en la vía de un crecimiento que se
sienta en el bolsillo y la calidad de vida de la gente, un Perú para
todos que devuelva ética a la política y control ciudadano sobre las
autoridades.
La
guerra sucia opera también, como en el 2006, en la manipulación
económica. Poderosos grupos económicos promueven inestabilidad
cambiaria, es decir, devaluación de la moneda, y alientan la caída en la
Bolsa de Valores con corridas que ellos mismos promueven.
Hipócritamente presentan sus fluctuaciones como algo que se debe
exclusivamente a la situación política peruana, pretendiendo ignorar la
gravísima crisis de Japón y los países árabes, su impacto en la economía
mundial, en el alza del petróleo y los efectos de la crisis
internacional que se arrastra desde el 2008. Son los poderes fácticos
económicos en acción. Defienden sus intereses a toda costa y tratan de
generar terror financiero en la gente para impedir el acceso al gobierno
de quienes postulan un manejo económico con redistribución de riqueza
que genere más equidad y que obligue a las grandes mineras a pagar al
país por las regalías y sobreganancias que nos corresponden, terminando
con los privilegios tributarios que indebidamente gozan.
Son
estos los poderes fácticos. Nadie los ha elegido, pero se erigen como
la voz de la sociedad por sí y ante sí, pretenden imponer la agenda
política y llevarnos de las narices como si sus intereses fueran los
mismos que los de la Nación. Y, no cabe duda que buscan mover las aguas
entre sectores de las FFAA como lo han hecho siempre que se han visto en
minoría ante la gente de a pie.
La
campaña de los “dueños del Perú” se vale de todo y pretende imponernos
la restauración de un régimen criminal y cleptocrático cuyo mentor está
condenado a 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad y por
asalto a la caja fiscal. Keiko Fujimori no es sino el mascarón de proa
de su padre y del equipo que gobernó con él y que ella lleva en su lista
al Congreso. Nada parece importar a los poderosos con tal de preservar
sus intereses.
La
campaña busca también –si no logra impedir la victoria– arrinconar y
someter a Gana Perú a modificar e incumplir sus principales compromisos y
a impedir ampliar la unidad política y social que haga posible ser
gobierno. Quieren que renunciemos a la reforma tributaria para que las
mineras paguen lo que corresponde, que renunciemos a renegociar los
contratos de Camisea para abaratar el gas y reservar su consumo para
atender al Perú, o dejar de reducir las abusivas tasas de interés que
nos imponen con los créditos o las tasas de administración que nos
cobran las AFP. Quieren que GP abandone Pensión 65, Cuna Más, la
Revolución Educativa y la duplicación del presupuesto del ramo, que deje
de lado el apoyo a las pymes y el agro. Quieren dejarnos sin los
recursos para poder cumplir y sin la capacidad de imponer las
regulaciones económicas que defiendan a los usuarios, consumidores y
prestatarios.
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viernes, 29 de abril de 2011
QUIEREN ASUSTAR A LOS PERUANOS.......YA ESTAMOS CURADOS DE ESO.....
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