Es necesario resaltar el enorme aporte que las Mujeres Rurales de la Región hacen para el sostenimiento económico,
social y cultural de nuestras comunidades más remotos. La fuerza con la que
trabajan la tierra y enfrentan los desastres naturales, su presencia en primera
línea para la reconstrucción, la habilidad para transformar los alimentos que
producen, su aporte a la seguridad alimentaria de su entorno y del país, las
estrategias frente a los servicios que brindan, la lucha por sus derechos a una
vida sin violencia se haga realidad, son solo algunos ejemplos del esfuerzo
cotidiano de estas mujeres para sostener a sus hogares, sus organizaciones y
sus comunidades.
Las organizaciones de mujeres rurales y campesinas han hecho avances importantes en su consolidación y tienen propuestas para ser incluidas en la vida regional. Lo que requerimos ahora es que todo ese aporte indispensable se vea reflejado en un reconocimiento por parte del Estado y de la sociedad civil, incluidos los medios de comunicación
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