El arzobispo metropolitano de Huancayo, monseñor Pedro Ricardo Barreto Jimeno, dijo que en el Día Internacional de la Mujer, constatamos, con horror y estremecimiento, el alto índice de feminicidios, la trata de mujeres, incluso adolescentes.
En un mensaje dirigido por esta fecha, lamentó que innumerables mujeres de toda condición no sean valoradas en su dignidad y estén expuestas a situaciones inhumanas.
Manifestó que la violencia contra la mujer se da en las distintas etapas de su vida que empieza en el proceso de embarazo o de la interrupción violenta y criminal de él; en el nacimiento, en la infancia y juventud; en la edad adulta, en el matrimonio y ancianidad.
Por tanto, expresó, urge escuchar el clamor muchas veces silenciado de las mujeres que son sometidas a muchas formas de exclusión y de violencia en todas sus formas y en todas las etapas de su vida
Remarcó que la Iglesia está llamada a compartir, orientar y acompañar proyectos de promoción de la mujer; y reconocer el ministerio esencial y espiritual que la mujer lleva en sus entrañas: recibir la vida, acogerla, alimentarla, darla a luz, sostenerla, acompañarla y desplegar su ser de mujer, creando espacios habitables de comunidad fraterna y de solidaridad.
Destacó, asimismo, de manera especial, a la mujer sencilla y humilde del campo y de la ciudad, por su valentía y coraje de ser portadora de vida y de esperanza.
Hoy miércoles de ceniza
empieza la cuaresma
· A las 8 de la mañana Arzobispo celebrará la misa e impondrá la ceniza en la catedral
En la liturgia de la Iglesia católica, hoy es miércoles de ceniza y empieza la cuaresma, que son cuarenta días de preparación para la semana santa que este año será del 17 al 24 de abril.
A las 08.00 horas de hoy, en la iglesia catedral, el arzobispo metropolitano de Huancayo, monseñor Pedro Ricardo Barreto Jimeno, presidirá la misa, en la que impondrá la ceniza a los fieles con las palabras bíblicas: “Conviértete y cree en el Evangelio” o “Acuérdate que eres polvo y al polvo has de volver”.
La ceniza procede de las ramas y olivos del domingo de ramos del año pasado.
La cuaresma es un tiempo especial de conversión, arrepentimiento, reconciliación, encuentro y reencuentro con Dios, con uno mismo y con los hermanos.
Son días de pedir perdón y perdonar; de oración por los que sufren, de rezo del rosario del vía crucis y del rosario, de misas y confesiones; de ayuno, de privarse de lo que a uno más le gusta; de meditación en torno a los misterios de la salvación y de nuestra realidad.
También de caridad, mucho amor, y de solidaridad con los menos tienen, dar de lo que uno tiene hasta que duela. Sólo así será de preparación para una auténtica semana santa de acompañamiento a Jesús en su pasión, muerte y resurrección.
La cuaresma simboliza los 40 días de Jesús en el desierto, los 40 años del pueblo en busca de la tierra prometida, los días de ayuno de Moisés y Elías.
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